Mónica Galmarini.
Con cada movimiento de precisión para tornear la madera, se desliza una sonrisa al imaginar la alegría de cientos de chicos retozando sobre el trabajo terminado. Entonces, el objetivo está cumplido. En los talleres de un colegio industrial de La Plata, el diseño de estudiantes universitarios y el trabajo de beneficiarios de planes sociales con el acompañamiento de profesores del Polimodal, dan forma a juegos para jardines de infantes y comedores barriales.
La experiencia se inició como trabajo práctico para aprobar una de las materias en la carrera de Diseño Industrial, de la facultad de Bellas Artes de La Plata. Los docentes seleccionaron ocho modelos (entre 30 propuestas) y les pusieron nombres aportados por los alumnos universitarios.
Rayito (una esfera similar a la imagen del Sol), Amboé (estructura para montar), Plendo (una especie de patineta semifija para balanceo), Ociloco (hamaca para movimientos pendulares) y Tombo (parecida a una calesita), se convirtieron en las principales atracciones para los alumnos de la escuela municipal platense de la calle 12 entre 64 y 65, donde se estrenó el primer equipo construido con fondos de la facultad. El proyecto —en el que además colabora la comuna—, se desarrolla en los talleres de la escuela Polimodal con orientación técnica Albert Thomas de la calle 1 entre 57 y 58.
La propuesta prevé la construcción de más de 700 juegos en caño y madera placa para instalar en jardines de infantes y comedores comunitarios. "Es una experiencia hermosa e interesante que me gratifica", dice Mario Zanotti (35), de un barrio alejado de City Bell y quiere además apren der el oficio como una posible salida laboral.
Los equipos fueron pensados para chicos de 4 a 6 años y tienen diseños diferentes a los convencionales. Con formas simples, los juegos permiten realizar ejercicios físicos completos.
Según explican los responsables del proyecto, intensificarán la especialización en carpintería, herrería, soldaduras y montajepara que los fabricantes de juegos puedan formar cooperativas de trabajo.
"La idea es que los planteles de Jefas y Jefes se renueven y de esa manera permitir que muchos accedan a capacitarse", asegura Martín Ippólito, uno de los docentes de Bellas Artes.
Sobre los tableros, algunas mujeres manejan máquinas caladoras sobre las placas de madera. Nilda Rodríguez (38), del barrio Malvinas, tiene tres hijos y propuso llevar sus trabajos a un comedor de donde vive: "Hay lugares donde los chicos se entretienen con gomas de autos y troncos".
El equipo sueña con aumentar la fabricación hasta llegar a "cada rincón" de La Plata, con un juego de plaza para los chicos.
Alejandro Minn, uno de los profesores de los talleres, lo dice así: "El entusiasmo, la voluntad y la solidaridad" que demuestran los estudiantes y carpinteros son la garantía de éxito y crecimiento del programa.
http://edant.clarin.com/diario/2004/05/17/sociedad/s-02701.htm
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